jueves, 27 de octubre de 2011

Convertirse en Padres. Carlos Gonzalez.


Tener un hijo es una experiencia trascendente. Es como una semilla que se planta para garantizar el paso a la eternidad. Por eso es tan importante ser padres, más que el dinero o el trabajo, aunque muchas veces a los hijos no se les dedica el tiempo suficiente. Para el pediatra Carlos González, presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM), es un grave error. Hay padres que colman a sus hijos de regalos para tapar su falta de atención, cuando lo que necesitan son más horas de padre y de madre. González recomienda no hacer caso de los libros que dan consejos para criar a un niño porque lo mejor es dejarse llevar por el sentido común. Parece extraño que lo diga precisamente él, que acaba de publicar Entre tu pediatra y tú. Pero es lo que le dicta su experiencia como pediatra, pero también como padre de tres hijos, que ya comen y ya duermen.

- ¿Cómo criar bien a un niño?
- Compartiendo el mayor tiempo con él.

- Pero hay muchos padres que tienen que trabajar.
- Sí, pero en el fondo todo el mundo se puede permitir cuidar de sus hijos. Mis padres lo hicieron conmigo. Es cuestión de prioridades.

- ¿De qué prioridades?
- Si quieres poseer muchas cosas materiales o estar más tiempo con ellos. A veces el nivel de vida no depende tanto del dinero que ganas sino de vivir cómo quieres y hacer lo que quieras.

- Sus padres lo educaron así.
- Preferían estar conmigo antes que trabajar, aunque no íbamos de vacaciones ni teníamos coche. Yo he seguido el mismo ejemplo. Cuando nacieron mis tres hijos dejé de trabajar y me dediqué a escribir desde casa, porque ¿hay algo más gratificante que ser padre?

- No lo he podido comprobar.
- Hombre, si eres ministro, premio Nobel o cirujano salvavidas, podría ser que fuera más gratificante, pero si eres un pediatra del montón, un paleta o trabajas en un supermercado, lo que más te gratificará serán tus hijos.

- ¿Por qué tener hijos es tan trascendente?
- Dentro de unas décadas lo único que quedará de nosotros será nuestra descendencia. Lo leí en la calle cuando era adolescente, en una pintada en la pared que decía: "Hay que considerar la posibilidad de que la inmortalidad esté en los hijos".

- Nunca me lo había planteado.
- Cómo sean y cómo vivan dependerá de nosotros.

- ¿Qué significa criar a un niño de forma natural
?
- Lo normal en la especie humana es hacer caso de nuestro bebé: cuando llora, cogerlo en brazos; si se despierta, consolarlo… Eso de ponerlo a dormir en una habitación aparte y no acostumbrarlo a los brazos se ha inventado recientemente.

- ¿Y si no quiere dormir solo?
- Sobre todo no hay que dejarlo llorar. Es igual que si llegáramos a casa y nos encontráramos a nuestra esposa sollozando, ¿no sería normal preguntarle qué le ocurre? ¿Y si es mi hijo, voy a pasar de largo y ponerme a leer un libro? ¡Pues claro que me voy a preocupar!

- ¿Qué tiene que hacer un padre si su hijo llora por la noche?
- Pues, hacer caso a su hijo, porque, sino, o bien no le dejarán dormir sus llantos o bien sus remordimientos, que durarán mucho más que los lloros. Y yo no quiero vivir con el recuerdo de que "mi hijo me llamaba y yo no fui".

- ¿También lo podemos meter en nuestra cama?
- Claro que sí. Normalmente es lo más cómodo, aunque hay quien se empeña en levantarse seis veces cada noche para consolar a su hijo, pero no estoy dispuesto a hacer ese sacrificio cuando todo se resuelve metiéndotelo en la cama.

- …
- Yo dormí con mis padres, y mis padres con sus abuelos. La mayoría de la gente también lo ha hecho, pero le cuesta salir del armario porque está mal visto. Dijo Gabriel Mistral que "es amargo todo hombre que nunca haya dormido en el regazo de su madre".

- Pero no hay ningún estudio científico que lo corrobore.
- El prejuicio es pensar que los niños que duermen con sus progenitores son más dependientes. Pero, según algunos estudios, los que pernoctan en la cama de sus padres tienen menos problemas de salud mental.

- Vaya.
- Los padres suelen imponer a sus hijos normas absurdas que hacen sufrir a sus hijos y a ellos mismos. Por ejemplo, no cogerlos en brazos a menudo o dejarlos llorar cuando los ponen a dormir solos.

- Entonces, ¿qué normas hay que seguir?
- Las que quieran los padres, las que les resulten más cómodas de llevar a la práctica. Estoy convencido de que no se necesitan libros para criar a un niño.

- Y lo dice usted que es escritor, además de pediatra.
- Sí, me di cuenta de que muchos padres o bien se sentían preocupados por no poder poner en práctica los consejos que leían en libros o bien se les partía el corazón cuando los aplicaban.

- ¿Los padres se preocupan a veces demasiado por sus hijos?
- En cierto modo sí. Y pienso que es consecuencia de que la mayoría de la gente tiene menos hijos que antes y se preocupa por cosas absurdas. Una madre me llegó a decir que qué podía hacer si a su bebé no le gustaba el calabacín. Pero, ¡si muchos padres con siete hijos ni se cuestionan si estos se alimenten a base de hamburguesas y patatas fritas!

- ¡Qué diferencia!
- Hoy en día el 80% de las madres son novatas porque no llegan a tener más de un hijo.

- Y aún así no consiguen educarlos como quieren.
- En España los niños empiezan a ir a la guardería a los cuatro meses de vida, cuando en países como Alemania sólo van un 6%, y en Finlandia la escuela normal no empieza hasta los siete años. Por no hablar de los padres que dejan al niño una hora antes de empezar las clases y los recogen una hora después de terminarlas.

- Tienen que ir a trabajar.
- Sí, y como muchos se sienten mal, intentan compensarlo dándoles todo su afecto y cariño cuando están con ellos. Pero hay otros padres que, como les han dicho que coger a un niño en brazos o hacerle demasiadas caricias es malcriarlo, optan por comprarles juguetes, aparatos electrónicos y llevarlos de vacaciones, con lo cual necesitan trabajar más y, por tanto, estar menos con sus hijos.

- Es un pez que se muerde la cola.
- A veces sustituimos las cosas realmente importantes, como el contacto, el cariño y el afecto, por cosas materiales. Da pena escuchar a padres con niños adolescentes problemáticos decir "ay, con las horas que he trabajado para que no le faltara de nada", pero a lo mejor lo que necesitaba ese niño eran más horas de padre y de madre.

- Incluso, hay niños que no quieren comer mientras sus madres trabajan.
- Sí, este fenómeno es frecuente en niños de cuatro o seis meses de edad. Es una conducta que se observa sobre todo en bebés que toman el pecho. La mayoría de los niños, si fuera por ellos, estarían mamando hasta los dos o cuatro años.

- ¿La solución es conciliar mejor vida laboral y familiar?
- Efectivamente, tenemos una de las tasas de natalidad más bajas de Europa. Otros países como Suecia tienen dos años de baja por maternidad o reducción de jornada con sueldo entero. Pero en España las ayudas cuando tienes un hijo son una auténtica vergüenza.

- Lo más importante para criar a un bebé es…
- No decirle muchas veces te quiero, porque no lo entiende, hay que demostrárselo: abrázale, bésale mucho y hazle sentir que estarías dispuesto a todo por él.

viernes, 21 de octubre de 2011

La Paz en el mundo comienza en el vientre de la madre.

"La paz en el mundo empieza en el vientre de la madre"



La edad sagrada

Nacido su primer hijo, las cuidadoras se lo retiraron durante dos días. Con su segundo hijo se repitió la operación, pero esta vez se plantó como leona para reclamarlo. Hoy se sabe que el contacto madre-hijo desde el nacimiento es básico para la buena crianza del niño, y ella es una gran experta en educación infantil, cuyos saberes vierte en Infancia, la edad sagrada (La Llave), libro que sintió que era urgente escribir... al saber del suicidio del hijo de una amiga, un niño de diez años de buena familia. Mejorar el trato con la infancia mejorará el mundo más que ninguna otra política, afirma Evânia, que charla este viernes en Barcelona en la Fundación Claudio Naranjo (fundacionclaudionaranjo.com).

¿Qué es un niño?

Una persona con todas las posibilidades por desplegar, que podrá ser todo lo que quiera.

Fabuloso.

Si los adultos no lo impiden.

¿Boicoteamos a los hijos?

Los machacamos, les inyectamos complejos de inferioridad, les traspasamos neuras, les cortamos alas, segamos sus talentos, les impedimos desplegar todas sus posibilidades.

Quizá educar sea eso...

¡Discrepo! Educar es guiar, es formar sin castrar las potencias del niño.

¿Dejándole a su aire?

No. Contención, que no represión. Hay que fomentar en el niño su autorregulación: que aprenda a regular sus acciones en cada fase.

Poniendo límites, ¿no?

Las paredes del vientre materno son un cálido límite para el embrión. Los brazos paternos que le mecen son para el bebé un amoroso límite... Por tanto, hay contenciones, ¡pero con afecto y calidez y ánimo formativo!

¿Maltratamos a nuestros hijos?

¿Quién no ha abroncado a su hijo sólo porque en ese momento se sentía irritado, malhumorado? Nos vengamos en ellos de nuestros malos rollos, los humillamos, ¡y hasta llegamos a insultarlos!

Mujer…

Sí, sí: ¡los adultos somos muy cobardes! Lo que no osaríamos decirle o hacerle a un adulto en la calle o en el trabajo, ¡se lo decimos o hacemos a nuestros niños!

¿Tanto?

Los hogares albergan las mayores violencias consentidas.

¿Con qué consecuencias?

Fraguamos niños más inseguros, que no se valorarán, que tenderán a maltratarse o maltratar, a ser agresivos...

¿Cómo evitar eso?

Con conciencia: ayudarlos a autorregularse, evitando fustigarlos con nuestros brotes de rabia y fragilidades. Todo lo que hagamos o digamos debe tener propósito educativo. Pero claro, como es más fácil conducir a un niño reprimido que a un niño sano y libre... ¡tendemos a modelar a niños reprimidos!

¿Y cómo modelar a un niño sano?

Con la vacuna que la neurociencia nos confirma: cariño, afecto, amor.

¿Qué dice la neurociencia al respecto?

Que el afecto estimula la sinapsis, las interconexiones entre neuronas.

¿Sí?

¡Sí! De 0 a 1 año se establece en el cerebro humano el mayor número de interconexiones neuronales de toda su vida. Y se ha constatado que el amor de los padres y cuidadores, el cariño, el afecto expresado en caricias, besos, cosquillas, abrazos, pedorretas, achuchones... ¡fomenta las sinapsis, multiplica las redes neuronales!

O sea, que ese cerebro será más rico.

Tendrá mejores cimientos sobre los que levantar ulteriores capacidades. Haber sido mecido, acunado, besado, acariciado, amado, respetado... ¡te hará más inteligente! A más amor recibido, más inteligencia futura.

¿Qué se entiende por respeto al niño?

Tratarlo según lo que pueda esperarse de él en cada franja de edad.

Ponga un ejemplo.

De los 1,5 a los tres años, el neocórtex infantil es incapaz de procesar más de dos o tres prohibiciones. Si dirigimos 30 ¡noes! al niño... nos parecerá que nos desobedece 27 veces. ¡Y no es eso!

¿Y qué es?

Que no es capaz de grabar las órdenes. Y que decirnos ellos no es un primer paso de su autonomía personal, de perfilar su identidad: es, pues, algo saludable.

¿Y cuándo estará el niño en condiciones de entender los “noes”?

A partir de los 3,5 o cuatro años graban bien cualquier orden. Entonces sí hay que estar vigilante para evitar filiarcados.

¿Qué es eso?

Hay patriarcado (hegemonía del padre), matriarcado (de la madre) y filiarcado (del hijo): ¡busquemos mejor la heterarquía, es decir, que cada cual tenga un lugar!

¿A qué edad aparece en el niño la conciencia de género?

De los tres a los seis años se desarrolla la pulsión sexual a la par que la epistemofílica.

¿Qué pulsión es esa?

Curiosidad de saber, de conocer, de explorar: si reprimes la pulsión sexual de un niño, ¡reprimes su impulso de saber!

¿Qué hicieron mal sus papás?

Vivíamos en el campo y, por ignorancia, me pusieron a trabajar de muy niña, cargaron sobre mí altas responsabilidades familiares... Eso me ha hecho emprendedora, pero también sentirme imprescindible para el bienestar de los demás, cosa muy dañina...

El Gobierno español propone escolarizar a los niños desde su nacimiento...

Eso puede comprometer esa primera fase de formación de la persona, en la que el principal alimento es el afecto. ¡Alerta: la OMSanticipa que en 20 años la primera dolencia de la humanidad será la depresión!

Dígame que es optimista y que pronto mejorará la educación de los niños.

Seremos cada día más conscientes de la importancia de las primeras edades de la vida... o estaremos jugándonos el futuro de la humanidad. Nunca antes supimos tanto sobre la infancia: ¡si lo aplicamos, daremos lugar a la única gran revolución de verdad!

¿Sí?

Sí, la paz sobre la Tierra empieza en el vientre de la madre.

Fuente. La vanguardia

viernes, 14 de octubre de 2011

Taller de Suelo pélvico y Maternidad Dinámica.


Luna Roja. Espacio para la Maternidad y Crianza.

Os informa del próximo taller sobre Suelo pélvico.
Será el día 5 de Noviembre (sábado) de 10:00 a 14:00
Precio: 50 Euros.

Objetivo del Taller
Obtener herramientas para la prevención de la salud femenina.
Conocimiento y factores que influyen en el suelo pélvico.
Práctica y toma de conciencia de la musculatura del suelo pélvico.
Práctica dinámica para un parto fluido. Recuperación posparto.
Reequilibrio y técnicas hipopresivas.
Ejercicios básicos de suelo pélvico.


Taller dirigido a profesionales de la salud que esten en el campo obstétrico y de rehabilitación femenina, a personas que quieran conocer diferentes técnicas corporales para el autoconocimiento, mejora y prevención de su salud.

Este taller de 4 horas es práctico en un 80%.

Imparte: Esther
Fisioterapeuta y coordinadora del Centro Fisactive de Zaragoza. (www.fisactive.es)

Información y reserva de plaza. Plazas Limitadas.

655.633.026 Alicia.

lunes, 10 de octubre de 2011

Poco a poco, conociendo la figura de la Doula

Os colgamos el video de la noticia que salió en la televisión valenciana sobre las Doulas.

A pesar de ser micro-mini noticia (la grabación fue de más de una hora...), esperamos que os guste y que podamos llegar cada vez a más gente.


un abrazo,
Namasté

lunes, 3 de octubre de 2011

Ya circula el primer “camión-teta”, una unidad móvil de lactancia para que las madres puedan amamantar en la calle

Cerca de 12.000 mujeres son arrestadas cada año en EE.UU. por amamantar a sus bebés en público, aunque dar el pecho sea un acto perfectamente legal por las leyes nacionales.

Ahora las mojigatas normas sobre indecencia vigentes en varios estados norteamericanos, que meten la lactancia natural en el mismo saco de, por ejemplo, el topless festivo, (y que llegan a censurar hasta los helados de leche materna) tendrán un némesis de cuatro ruedas que, como los camiones de la leche antiguos, hará sonar su campanilla por las calles en busca de madres que necesiten dar el pecho allí donde se encuentren.

La primera ciudad que ha visto circular este “camión de la leche 2.0” es Pittsburgh, Pennsylvania, gracias al buen hacer de Jill Miller, una profesora en la Escuela de Arte de la Universidad Carnegie Mellon que, gracias a las donaciones recibidas en Kickstarter, ha creado el vehículo con inteligencia, ironía y con la esperanza de iniciar un debate acerca de los derechos de las madres de dar el pecho donde les plazca.

El interior de la camioneta ofrece los instrumentos necesarios para realizar con comodidad el acto alimenticio, mientras que el exterior está pintado simulando un camión de los helados y coronado con una soberana teta que deje bien claro (para la mayoría) su función.

El vehículo operará por ahora en la ciudad durante la Bienal de Pittsburgh, desde el 17 de septiembre a mediados de diciembre, y servirá a las madres lactantes a partir de lo que han llamado como “partes de enfermería”: si una mujer es molestada o recriminada por dar de mamar en público, puede mandar un SMS, un tweet o llamar por teléfono al camión de la leche, que acudirá raudo al lugar donde la mujer ha sido vilipendiada, poniéndose delante de los extrañados ojos de los acusadores, para que la madre pueda dar de mamar en ese mismo lugar.

Así la mujer alimenta a su bebé con la comodidad de un acogedora silla de diseño, mientras descansa sus pies en una suave alfombra y un dosel le da sombra; y el dueño del restaurante, el vecino del parque o el guardia de seguridad de turno se quedan reflexionando sobre el sentido de hacer que una mujer se sienta incómoda por hacer algo tan simple como es alimentar a su bebé.

La misión principal de este vehículo es ayudar a los niños hambrientos a comer, creando un entorno favorable para ello. Sin embargo, el camión de la leche también realiza rondas periódicas sobre una “ruta de bombeo”, para ofrecer un espacio privado y limpio a esas madres trabajadoras condenadas durante meses al yugo del saca-leches, para que puedan aliviarse con la extracción de leche materna en el trabajo.

Además, y debido a la demanda popular, el camión de la leche visitará las empresas con personal femenino que así se lo requieran, como el camión de Pascual que visita las granjas para traer todos los días a los niños la leche fresca que los hará crecer sanos y fuertes. Y en libertad.